Ingredientes:
1 vaso de aceite de oliva
1 vaso de azúcar
2 de harina
1 sobre de levadura
1 vaso de leche
Ralladura de limón
Lo primero es elegir un buen recipiente donde mezclar y
batir todos los ingredientes (el sobre de levadura y los dos vasos de harina
pueden reducirse a dos vasos de harina preparada para bizcochos). Tras tenerlo
todo en un bol sólo hay que batirlo, seguramente mi abuela, o mejor dicho, mi
bisabuela (ya que la receta es de mi madre) lo batiría con una cuchara de palo
o algo por el estilo, nosotros en pleno siglo veintiuno lo tendremos listo con
un movimiento de batidora.
Cuando no haya grumitos podemos echarlo en el molde pensado
para el horno, pero antes debemos untarlo de mantequilla para que no se pegue.
MUY IMPORTANTE
El horno es conveniente encenderlo al empezar el proceso,
así estará caliente en el momento de usarlo. La temperatura ideal serían los
180 grados durante unos 40 o 45 minutos cuando creemos que está listo podemos
pincharlo con un pinchito para ver si se queda la masa pegada todavía, cuando
salga limpio y esté dorado por arriba estará listo. Lo sacamos del horno y lo ideal es dejarlo enfriar un ratito, una vez
frío podemos sacarlo del molde e idear cómo servirlo (seguramente seréis más
originales que yo)
La preparación es muy sencilla y creo que para los alérgicos
es ba stante fácil sustituir algunos de los ingredientes. Y podemos jugar con complementos (yo he añadido gotitas de chocolate) pero podemos echarle colacao, nata, después de cocerlo, o lo que se os ocurra. Seguramente tendréis éxito siempre que lo hagáis así que animaos!!
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