Nací, crecí, me hice famosa y le pusieron mi nombre a las galletas. Y eso en resumen es lo que pone en mi biografía de twitter. A partir de ahí tira del hilo.
Soy una persona tan ansiosa que en muchas ocasiones
vivo “esperando a que” suceda algo, todas mis maletas están llenas de “por si acasos”, y dicen que soy una abeja porque tengo una gran devoción por las flores, me gustan, me encantan, me flipan las flores.
También dicen que soy la hija ilegitima de la Pantoja, yo contesto que ojalá tuviese entonces una quinta parte de la herencia que me merezco.
Siempre he creído que la “mala” publicidad es efectiva,es por ello supongo, que guío mi vida por el camino que la llevo. Y con esto no quiero referirme guiarla por el mal camino, al contrario, miro las cosas sean como sean, de forma que pueda sacarle el máximo beneficio y partido a ellas.
@mariaurbana - mariaug92@gmail.com
Claudia, 20.
Mi vida consiste un poco (mucho) en conocer
playas, mi sitio favorito. Aprendo a hacer surf , pero para ello tengo que tener la suerte de haya olas. Y por supuesto, me encanta todo ese estilo de vida, si por mi fuera sería siempre verano. Amo el sol, el agua y daría algo por poder ir todo el año en pantalones cortos y chanclas.
También puedo contaros que me cautiva todo lo visual y referente a la imagen, aunque sea algo descuidada con la mía me fijo en todos los detalles de la vuestra. Prueba de ello es que sigo a más gente en Instagram que posiblemente la mayoría de vosotros y todas las personas que tengo alrededor. Por lo cual, las fotos, sí, también me gustan.
Otro dato sobre mí es que no podría vivir sin música, ahora sí, probablemente como casi todos vosotros.
Normalmente la escucho tranquilita (excepto Red Hot Chilli Peppers) pero también es cierto que no puedo estar sentada más de una hora en una silla.
@miniclauss - miniclauss@hotmail.com
Cristina, 20.
Mi madre es la que mejor me conoce, así que la dejo hablar: todo el día en la calle ¡no para! viajando y viajando con la cámara a todas partes. El deporte es su droga y la música el sentido de su vida. Su familia lo primero, sus amigos lo “subprimero”. En el baile lo latino la vuelve loca... ¡Y que nadie le quite su fruta! es quitársela y su cuerpo pierde el control.
Ahora habla mi mente, mi yo filosófico, es decir, lo que tengo dentro de mí cada vez que pienso en la vida: percibo cada instante de mi vida tan intensamente que disfruto hasta la peor caída de mi camino, cubierto de espinas y piedras que se esconden entre las flores y las aguas, resplandecientes ante la luz del Sol. La naturaleza abarca mi vida, porque ella nos crea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario