¡Disimula tu mal día!

Todos somos muy bonitos y muy bonitas, pero es cierto que hay ciertas épocas del año, o días en especial en los que nuestra belleza natural puede mostrarse deteriorada por causas tales como el estrés, el agobio, el fin de exámenes, o una mala noche (o buena, según como se vea). Y bueno, qué decir del factor RESACA. ¿Existe alguna mujer en el mundo que tras levantarse de una noche de fiesta parezca una princesa Disney? No señora, ni la mismísima Adriana Lima.

Por ello es, que os traigo unos truquitos caseros para esos días de “cansancio facial” y para mejorar vuestro aspecto diario, que además son trucos bastante económicos y que podéis hacer con materiales y alimentos que tenéis la mayoría por casa:

- Para la mala cara, yo recomiendo algo muy básico: una ducha de agua fría y lavar la cara introduciéndola en un bol con agua y hielo, tras esto echarte tu crema hidratante habitual. ¡Rostro radiante!

- Para iluminar la cara, Para basta con mezclar una zanahoria rallada, la yema de un huevo y limón. Una vez consigues la mezcla, aplícala sobre la cara, dejándola unos minutos. Después, lávate la cara con abundante agua.

- Para labios agrietados, que pueden ser causados por falta de hidratación debido a una noche de excesos, mi consejo es que antes de dormir untéis vuestros labios con crema hidratante, yo uso Nivea, que es la que más me gusta, y por la mañana los tengo nuevecitos.

- Y aquí mi favorita: la mascarilla del sueño. Esta mascarilla es muy buena para cuando tengáis mala cara por falta de sueño y en especial en estos días de extremo agobio. Los ingredientes que necesitamos:

•      Queso blanco
•      2 cucharas soperas de miel
•      2 cucharas de zumo de limón recién exprimido

Tomáis el queso blanco y lo machacáis con un tenedor hasta obtener casi una masa homogénea. Le añadís las 2 cucharas de miel y de limón y lo mezcláis todo. Podéis utilizar la batidora o hacerlo a mano. Cuando ya tengáis una masa homogénea, aplicáis la masa sobre la cara y cuello. Dejad que actúe durante 30 minutos y aclaráis con agua tibia. Después sólo os queda aplicar vuestra crema hidratante habitual ¡Y ya estáis listas para otro combatir otro nuevo día!